Confundir las miradas ajenas
con las propias, soñar lo posible,
querer lo imposible,
añorar aquella escena no vivida.
Pensaste en sueños ideas preconcevidas,
creaste ciudades vacias
carentes del sentido de la vida,
perdimos la sagrada arcilla.
Confundieron al tiempo por amigo,
al sueño por camino,
a la luna por amada,
su sonrisa con una radiante mañana
un mañana tan lejano
como el deseo mutuo
entre dos almas sin mundo
propio, carentes de astro.
Un mañana que, tal vez, no se,
o tal vez, ya fue,
o solo espera
que yo no vaya con el.
Solo estoy seguro de que, cada dia,
jurare que es "el dia",
aunque no lo sea,
aunque, tal vez, ella ya no espera.
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