Surco las horas entre tarea
y tarea, metódico, buscando
no pensar más por hoy. Pero acabo
naufragando en mi cabeza.
Encuentro entre las horas
que me rodean frases
grabadas a fuego que abren
las puertas de mis mazmorras.
En cada estancia, un miedo
habita, impasible, al paso del niño.
Aguardan a la libertad, escondidos
entre imágenes que guardan con recelo.
Cada uno fue un momento
de mi vida, o un temor ingenuo
que rapte la alegría de este cumulo
de imperfectos, soy preso.
Y se precipitan las hojas
de los cuadernos escritos,
normal, es "Otoño Impio".
quien colecciona cada coma
escrita a mis fantasmas
del pasado. Ingresando en mi haber
nuevos nombres que he de saber
temer en bocas ajenas. Palabras
que conspiran desde tu boca
hasta mis oídos, pues ponen
en cuestión sentimientos vivos. Seré
el de siempre mañana, hoy toca
dormir dentro de mi cabeza
loca, paliando las quemadura,
soñando con mis miedos. Luna,
(por favor)
vela por esta noche a este poeta.