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domingo, 23 de septiembre de 2012

No es el final de este cuento.

Perdí la noción del tiempo
por querer descubrir quién
soy, olvidar no recordé
y ahora véome prieto

por cadenas intangibles,
por caricias y recuerdos,
y susurros y besos,
por pasadas cicatrices.

Perdí mis lagrimas
por bañar mis versos,
por leer cuentos,
porque así esta mi autoestima.

Pensé en una vida
sin versos, sin sueños,
sin letras, sin versos,
¿Qué será, dolor o ira?

No se, tal vez sea esta
mi vía de evasión,
la gloria del ladrón,
el colofón a una noche bella.


Tal vez os regale una luna
llena de versos,
de risas, de reencuentros,
de canciones de cuna

para que nunca olvidéis
que vuestra felicidad
son mis plumas, para acabar
de levantar el vuelo, ¿ podréis?

¿ Podréis seguir siendo
la risa sin final,
la hoja sin cortar?
No es el final de este cuento.