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martes, 19 de junio de 2012

Alas de cera


Él pensó en conquistar a la Luna,
quería cada caricia, cada susurro,
cada beso para sí.

Habló con cada criatura, cada una;
cada planta, cada mundo,
pero nadie le dio el si.

Decidió preguntarse el mismo
ante su alteza, la luna,
con sus alas de cera surcó el infinito
que los separaba, para estar a su altura.


Pero descubrió a su oponente,
y, horrorizado, contemplo a los ojos
al miedo. Solo entonces fue consciente
de que la Luna, vuelve a todos locos.

Perdió la cordura por perseguir un fantasma,
un vano, un sueño,un intangible,
lo único que este mundo temible
no puede ofrecer a una simple alma.

Secretos

Desconocidas bestias se guarecen
en la oscuridad de mi alma, 
a la espera del cese
de su cautividad insana.



Son como bellotas debajo de un manto de hojas,
diamantes entre el oscuro carbón,
un tesoro custodiado por olas
y algún que otro tiburón.

No querías saber quién envió a la sierpe,
quién convenció al Iscariote,
quién se elevo contra el Sol
y, por el amor de la Luna falleció.


Quién se convirtió en estrella,
quién perdió sus alas de cera,
quién rechazo la fortuna 
por quedarse solo con ella.


La historia de la humanidad 
es el mayor de los secretos,
guardado con mucho recelo
por la ignorancia, siendo esta nuestra alabada verdad.